La justicia italiana legalizó hoy el cultivo de cannabis hogareño pero en una cantidad mínima y solo para uso personal.
Así lo estableció el Tribunal de Casación, medida que había sido tomada el pasado 19 de diciembre, cuyo fallo sostiene que «las actividades de cultivo a pequeña escala llevadas a cabo en la forma doméstica no constituyen un delito».
Esto, recomiendan, en tanto y en cuanto «el escaso número de plantas y la modesta cantidad de producto obtenible parecen destinadas exclusivamente para uso personal».
Sobre este tema en el pasado la Corte Constitucional se pronunció muchas veces, estableciendo en línea de principio que el cultivo del cannabis constituye siempre un delito, más allá de la cantidad, del uso personal que se le puede hacer y de la presencia de los llamados principios activos. De hecho, en este último aspecto, el Consejo subrayó el peligro, desde el punto de vista de la salud, que pueden enfrentar aquellos que la utilicen, así como la creación «potencial para más oportunidades de tráfico de drogas». Y hasta ahora el Tribunal de Casación se había conformado con este principio.
El fallo de hoy se conoce días después de que el Senado italiano rechazara tratar la posibilidad de legalizar la venta del denominado «cannabis light», que contiene concentraciones del principio activo THC inferior al 0,5% por considerar «inadmisible» que la propuesta se debata dentro del presupuesto para 2020.
Pero con la nueva decisión los jueces de Casación establecieron que «el delito de cultivo de drogas puede configurarse independientemente de la cantidad de principio activo que puede obtenerse inmediatamente», pero debe considerarse «excluido, como no atribuible al ámbito de aplicación de la ley penal, las actividades de cultivo de tamaño mínimo realizadas en forma doméstica, que, debido a las técnicas rudimentarias utilizadas, el bajo número de plantas, la cantidad muy modesta de producto obtenible, la falta de nuevos indicadores de su inclusión en el drogas, parecen estar destinadas exclusivamente para el uso personal del cultivador».