La ONG pide frenar el acuerdo UE-Mercosur en el año de las elecciones presidenciales en Brasil
Desde que Jair Bolsonaro dirige Brasil desde 2019, «la deforestación de la Amazonía ha aumentado un 75,6 %, las alarmas por incendios forestales han crecido un 24 % y las emisiones de gases de efecto invernadero del país sudamericano han aumentado un 9,5 %».
Este, en resumen, es el contenido del informe «Hombre peligroso, tratos peligrosos» publicado hoy por Greenpeace. El documento, explica la ONG en una nota, “destaca los crecientes impactos negativos causados por el desmantelamiento sistemático de la protección del medio ambiente y los derechos humanos por parte del gobierno de Bolsonaro en los últimos tres años”.
En particular, agrega Greenpeace, en 2020 Brasil emitió 2.160 millones de toneladas de dióxido de carbono, la mayor cantidad desde 2006, según «datos recopilados por el Sistema de Estimación de Emisiones y Remociones de Gases de Efecto Invernadero, un proyecto desarrollado por el observatorio del clima brasileño, que consiste en una red de más de 50 organizaciones no gubernamentales».
En octubre de 2022, el país sudamericano acudirá a las urnas para elegir al nuevo presidente. En los últimos dos años, concluye Martina Borghi, “el índice de aprobación de Bolsonaro se ha visto afectado por una serie de escándalos y denuncias de corrupción que lo involucran a él ya su entorno político. Basta pensar en la renuncia del exministro de Medio Ambiente Ricardo Salles, investigado por la Corte Suprema de Justicia por interferir en investigaciones sobre exportaciones ilegales de madera”.