

Desde 2015, el Conservatorio de Santa Cecilia en Roma otorga cada año becas para permitir a jóvenes músicos panameños de estudiar en una de los institutos de formación musical más excelentes en Europa, donde han sido instruidos otros ilustres alumnos que hoy son músicos consagrados.
Cuatro jóvenes que llegaron en Roma con la beca de Santa Cecilia, Edgar Dutary, Diógenes Mitre, Eduardo Rodríguez y Francisco Rodríguez, forman parte también de la orquesta sinfónica Accademia Ergo Cantemus de Tivoli, Roma con la cual tuvieron la oportunidad de ofrecer un concierto en uno de los monumentos más impresionante de la ingeniería del Imperio Romano: el Panteón.
Con este concierto inauguraron el órgano del Panteón, haciéndolo sonar por primera vez en este siglo, después de una restauración de ampliación que lo hizo parte fundamental del templo.
Según Eduardo Rodríguez, uno de los trompetistas, incluso a nivel acústico es impresionante, parece que la arquitectura del templo haya sido diseñada para que la música vibre con excelencia; por su parte, Edgar Dutary piensa que lo más interesante fue poder tocar en un concierto de orquestra y órgano en un lugar tan emblemático. Los cuatros músicos panameños aseguran que fue una experiencia nueva y única para ellos y el clarinetista Diógenes Mitre añade que fue una extraordinaria oportunidad porque ni siquiera todos los músicos italianos han tenido el placer de tocar en un lugar tan importante de Roma.
Los mismos cuatro, junto a otros becarios panameños y a varios compañeros italianos han creado una banda musical, la PTY Wind Band, que cuenta con 20 miembros en total y recorre localidades italianas difundiendo músicas tradicionales panameñas en paradas militares o fiestas regionales. “La Marcha de Panamá es algo de casa, ahora. La hemos adoptado como nuestra y se ha escuchado en la región de los Abruzos, en Umbría, en Lacio”, testimonia el maestro Giuseppe Galli que lleva la batuta en este grupo musical.

Para estos jóvenes, estar en la banda les ha permitido conocer lugares de Italia que de otra manera no hubieran visitado y les ha ayudado a entender mejor la cultura italiana. Además, conocer y colaborar con muchos italianos es lo que ha hecho que pudiesen mejorar mucho el idioma.
Es una experiencia muy diferente de la de la banda en Panamá: en Italia no está ligado a realidades escolásticas, es un concepto de comunidad que implica a muchas más gente, forja el carácter como grupo donde es la música que aúna a todos más allá de las fronteras.
Artículo: Martina Arachi